Será así? estamos viviendo la era del vale todo?. ¿Todo por una nota en los medios? ¿Cualquier precio para entrar en un negocio? ¿Utilizar el nombre de otros para engañar? ¿Utilizar un lenguaje soez ante el gran público televisivo o radial? ¿Ir a bailar y ver como libremente se practica sexo ante la vista de todos?. ¿Concurrir a ver un encuentro deportivo y terminar con heridos y muertos?. Leer el texto de la ley según convenga?
Hasta donde vamos a permitirnos que nos rebajen, viendo programas de televisión de bajo nivel, escuchando a periodistas macabros, concurriendo a lugares donde la gente no tiene límite en lo que se hace y le hace a otros. Donde lo privado termina siendo público.
Este gran torbellino de cosas aparecidas en distintos ámbitos nos obliga a no callar ante toda esta situación, porque callar significa estar de parte de todas esas situaciones que no nos gustan ni nos parecen buenas ni graciosas ni divertidas, ni ejemplo para nuestros hijos que serán seguramente los empresarios, profesores, y tal vez gobernantes del futuro.
No permitamos que el vale todo se incorpore a nuestras vidas, no demos vuelta la cara y sigamos caminando, este es el momento de encarrilar nuestras conversaciones familiares, empresarias, laborales. De sentir mas respeto por nosotros y por los otros.
Las buenas prácticas no pueden ser destacadas como una excepción en la vida empresaria.
Las buenas prácticas y el respeto tienen que formar parte de nuestra vida, ser nuestro modo de vida, utilizadas en todas las actividades que realicemos: trabajar, estudiar, negociar, informar, comprar, disfrutar, hablar, viajar, bailar, y amar.
Fuente: Mujer y Negocios
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Comentario:
Hace un tiempo era raro encontrar una nota de este tenor en una publicación dedicada al management y a otros temas de actualidad. Es reconfortante que todos comencemos a elaborar un discurso que tienda a responder a los desafíos de la realidad, a cambiar situaciones, a mejorar relaciones, en fin, a comprometerse con la sociedad en la que vivimos y en la que queremos crecer, trabajando y forjándonos un futuro sustentable.
María Inés Maceratesi