miércoles, 16 de julio de 2008

Tedesco promueve debatir el secundario


El ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, anunció que en el segundo semestre de año tiene previsto lanzar un debate en la sociedad sobre la transformación de la escuela secundaria "para que no sea expulsora de jóvenes". E indicó que si la actual ley de educación nacional dispone que la enseñanza media es obligatoria, no puede ser que una escuela tenga cinco divisiones en primer año y una, en quinto, sin que nadie se asombre, como si fuera natural.

El ministro atendió al periodismo en una conferencia de prensa organizada por la Fundación Konrad Adenauer y el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), en la Universidad Católica Argentina (UCA), como parte de un programa destinado a favorecer el acceso igualitario a la información pública y la rendición de cuentas de funcionarios.

Consultado sobre los reiterados episodios de agresiones por parte de alumnos a docentes, muchos de ellos en clase, el ministro Tedesco señaló que hay "una crisis de autoridad" que afecta no sólo a las escuelas, sino a la cultura contemporánea.

Comentó que el periódico parisino Nouvel Observateur dedicó al tema un número reciente y lo que dice sobre Francia podría ser aplicado a las grandes ciudades de la Argentina. Lo estimó como un fenómeno de múltiples causas, que trasciende a la escuela, que es uno de los lugares más ordenados de la sociedad, si se compara con las rutas, las calles o los estadios de fútbol.

En la Argentina hay casi 50.000 escuelas donde más de 600.000 docentes cada día dan clases a diez millones de alumnos, agregó. Y en una sociedad con exclusión y que demanda diversidad, aprender a vivir juntos en la escuela es "casi contracultural". Agregó que "todos pedimos mayores márgenes de libertad" y junto con ello "tienen que venir mayores márgenes de responsabilidad".

No desligarse

Tedesco indicó que si se fijó la obligatoriedad del secundario, el Estado debe garantizar esa obligación y si hay que sancionar a un joven separándolo de una escuela, hay que buscarle otra escuela u otro espacio educativo.

El Estado, dijo, no se puede desligar de su responsabilidad de educarlo, añadió, y ese joven, además de culpable es víctima, porque si llega a una conducta desordenada eso tiene que ver con su mala educación.

Señaló el ministro que quienes desertan de la escuela son chicos de las familias más pobres, muchas veces para ir a empleos precarios o a la calle, y recordó que el Estado mantiene 500.000 becas para alumnos secundarios, y un programa "Volver a la escuela" para los que abandonaron.

Estimó que la escuela media no es enciclopédica, sino integral; debe ser orientadora y dar la posibilidad a cada uno de descubrir quién es, qué quiere hacer. "¿Cómo puedo saber si soy bueno para una actividad si no lo experimento?", preguntó.

Y habló de mejorar no sólo la oferta educativa, sino la demanda social: "Quisiera que los alumnos no sólo pidieran elegir al rector, sino mejor la calidad".

Jorge Rouillon para "La Nación"

No hay comentarios.: