miércoles, 13 de julio de 2011

La Crisis Del Lenguaje


NR:Este artículo es una síntesis de una entrevista realizada en un programa radial, al profesor doctor Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras y Miembro Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua e Investigador Principal del CONICET.

La lengua es un factor fundamental en tres ámbitos, como la comunicación, la educación y la negociación. Los gobiernos deberían tomar conciencia de la importancia de la lengua y de su manejo en los medios masivos de comunicación, así como también mejorar las políticas de enseñanza.

El español es una lengua cuya relevancia va en aumento en el mundo. y tenemos que preocuparnos para que, manteniendo las diferencias regionales y dialectales, la lengua sea cada vez más unitaria, más rica, más matizada y disminuya ese empobrecimiento que se está dando en los medios. También la vulgaridad debe desaparecer porque va en detrimento de lo que son las relaciones y la comunicación humana. Este empobrecimiento es algo muy grave ya que afecta la libertad de expresión. Un joven que tiene dificultades para expresarse en su lengua, no puede ejercer plenamente el derecho a la libre expresión.

La vulgaridad se descalifica por sí misma.

Cuando se escucha hablar a una persona de manera soez, torpe, limitada, con groserías, se descalifica sola.

En la facultad de comunicación de Bs.As. hay una estadística realizada que dio por resultado que hace 10 años un alumno que ingresaba tenía un dominio de unos 1300 vocablos en su lengua oral activa, y hoy está en los 500. Esta pérdida se debe a un empobrecimiento gradual por muchísimas razones: la escuela, la falta de lectura, el modelo de los medios orales y una serie de elementos más.

Pero lo que es grave es que un chico "discapacitado verbal", va a ser en el futuro un mal habitante de una democracia. Porque en la democracia se exalta el derecho a la palabra a poder expresarse con libertad y el que es cautivo de la limitación no es libre. De modo que estamos generando en estos momentos, cautivos, limitados, disminuidos verbales que no van a poder hacer ejercicio de su capacidad de libertad de expresión, y como se sabe: lo que no sale por la boca en el diálogo, en la discusión y aún en la protesta, sale por la mano: en el cachetazo, en la pedrada, en el destrozo.

Hacerse oír, es una forma de catarsis que atenúa la violencia potencial que puede tener una persona. Pero si esa persona está discapacitada para expresarse tal vez no tiene otra salida que la violencia de empujar, de golpear, de cortar una calle, lo cual va en detrimento de la cultura de la tolerancia y el diálogo.

El diálogo es inexistente en la escuela, salvo en el jardín de Infantes ya que, a medida que avanza la educación, lamentablemente, el diálogo va muriendo. En la Universidad se nota aún más ya que un docente. frente a 300 alumnos, es imposible que dialogue. Desgraciadamente se han suprimido los exámenes orales que eran una pulsación importante del rendimiento de la persona, y además obligaba al alumno a exponerse a decir lo que piensa. Estamos en una reducción de la oralidad gravísima, y en esto radica la mayor atención que hay que poner en el futuro, porque el 90% de las tareas que los seres humanos desarrollamos durante el día es oral. Hay menos de un 10% que es escrito, y el resto es de lenguaje gestual.

La radio, que es un magnífico medio de comunicación oral, con el tiempo va a tener interlocutores absolutamente torpes y limitados que le van a contestar todas las veces que se les pregunte algo "…y … nada…" con lo cual se cierra el diálogo, ". En la medida en que el chico no avance en un conocimiento de los matices del idioma, lo va sintetizando. y va quedándose con expresiones muy elementales para su comunicación. La escuela que ha ido decayendo gradualmente en la enseñanza de la lengua: ha constituido la lengua en una materia de enseñanza en vez de ser el ligamento de todas las materias. Uno aprende química, física, matemática, con lengua. Entonces, la lengua vale de por sí, pero también vale como elemento conjuntivo de toda la cultura. Al convertir esto en ‘3 horas de lengua’ están errando seriamente porque la lengua es el instrumento de enseñanza de todas las materias. Y que en una materia no secorrija la pobreza del vocabulario o la sintaxis porque no es lo específico, es una aberración.

Toda generación juvenil, quiere distinguirse de la generación anterior, entonces tiene que combatir a los académicos, a los profesores. El chico tiene que diferenciarse y marcar un terreno propio, y eso está bien porque es una búsqueda de identidad diferenciada de los adultos, especialmente de los padres.

El maestro hoy día tiene varias limitaciones: no maneja el sistema de la lengua, no maneja el comentario de texto, que es el elemento donde uno le hace llegar a la realidad al alumno, reflexionar sobre realidades similares a las de él. El comentario de texto es el elemento primordial para acercar al alumno riqueza de lenguaje, comprensión de la lengua y comprensión de la vida. Tampoco tienen mucha idea de los métodos de lectoescritura. Sin embargo pueden egresar de la universidad con todas estas limitaciones y luego ir a los Institutos de formación de docentes a dar clases de lengua, literatura y didáctica de la lengua y la literatura. Si el maestro egresa de esos institutos y no conoce esta realidad, luego no acierta en cómo tiene que enseñar al alumno a leer y escribir. El niño sale de un tercer grado sin saber leer y escribir correctamente, y sigue y egresa de un quinto años sin tener lectura comprensiva.

¿Qué pasa con egresados secundarios en esas condiciones? Van a hacer colas para obtener un empleo, lo hacen llenar un formulario y no entienden las consignas. Pierde el empleo. ¿quién es el responsable? Lo primero que dicen: Somos todos. ¡No! ¡Paremos! Yo trabajo en lo mío, me esfuerzo por mejorar, tengo propuestas. Las responsables son las autoridades del gobierno que han manejado la educación argentina. Esto de querer hacer a todos responsables de todo, es de una ideología que nos quiere hacer a todos responsables, en definitiva, para que no haya responsables. Es una justificación política.

El mismo caso anterior: en lugar de llenar un formulario, tiene que concretar una entrevista. Este joven no puede hacer la entrevista porque no sabe articular tres palabras seguidas, no sabe presentarse. Y esto tiene que ser un ejercicio que se haga en la escuela: el profesor puede dar el ejemplo: en un determinado tiempo, cada uno tiene que presentarse ocupando todo ese tiempo: "yo soy Juan, tengo 17 años, estudio tal cosa, me gusta el deporte, salgo a caminar, hago tortas fritas, soy especialista en jugar al dominó…" Seguro que los primeros en hacer el ejercicio no saben cómo llenar el tiempo, a los 3 o 4 ya le van tomando la mano. Bueno este es solo un ejemplo. Hay que enseñarles a los chicos a hablar.

En cuanto al segundo punto que habíamos planteado: si hay alguna conspiración acerca de empobrecer el lenguaje de la gente. En gran parte esto depende de lo teorético de nuestros ministros, que no tienen experiencia de aula ni conocen la realidad pedagógica del país. Esto los lleva a una simplificación ridícula de distorsiones y a no saber qué hay que hacer en la formación de los maestros. Es decir, en gran medida esto es consecuencia de la ignorancia de los ministros. Yo le pregunto al ministro Tedesco cuánto hace que no está frente a alumnos pulsando la realidad…

Respecto a lo conspirativo: hay una teoría que tiene sus puntos de aceptabilidad que dice que inclusive desde la UNESCO hay una conspiración para un empobrecimiento gradual de los pueblos de menos desarrollo para que tengan sometimiento a los pueblos con poder. Es posible que la estupidización de la gente venga a dar beneficio a los que tienen poder político. Pensamos con palabras, matizamos con palabras. El empobrecimiento del lenguaje lleva a empobrecer el pensamiento. Si no puede pensar, es sujeto de explotación por parte de un gobierno despótico. De modo que esto estaría dentro de un sistema planificado de idiotización del pueblo para manejarlo. Por eso, mi clamor es: SI USTEDES NO ESTÁN EN LA CONSPIRACIÓN, DEJEN DE SER IDIOTAS, y pónganse a revisar la situación.

Con el tema de poco conocimiento de parte de los docentes de, con esa disminución de capacidad de comunicación electrónica, el docente no puede competir con los chicos en esto. Y se produce una brecha generacional seria. Los idiotas le dicen "la brecha generacional se va a solucionar con el tiempo, porque los chicos de la generación digital de ahora, mañana serán los maestros de pasado mañana".

Lo que ocurre que para esto tenemos que esperar diez años, y no podemos perder todo ese tiempo y las generaciones que pasan por él. Lo que urge es que la escuela asuma la enseñanza de los códigos y de todos los lenguajes mediáticos para ponerles el pie encima y enseñorearse de ellos, es decir, no echemos incienso con reverencia a las máquinas, sino entendamos que las máquinas son siervas nuestras. Entonces por ejemplo, le digo a los alumnos. Enciendan todos el celular. En 5 minutos tienen que definir en la menor cantidad de palabras posibles con palabras completas, la función de la raíz de un vegetal. Allí, todos los alumnos de "la generación del pulgar trabajando", y a partir de allí pone en funcionamiento en el pizarrón lo que han generado los alumnos en los celulares. Allí el docente logra que se esfuercen en escribir palabras completas, que expresen una definición, es decir, está metiendo el celular debajo de la pata.

Así como eso, ¿cómo enseña la carta? Tiene que enseñarla con correo electrónico. Pero claro, para eso es necesario que el maestro maneje todos esos recursos
Los padres creen que sus hijos son inteligentes porque saben manejar los aparatos. Mentira: lo que tienen es habilidad técnica y puede manejar con destreza el teclado y lo demás. Pero no confundamos "aserrín" con "pan rallado" porque sale mal la milanesa. Hablando etimológicamente, es inteligente el que lee adentro "intelectum" significa el que lee adentro de la realidad, el que comprende el sentido de las cosas

Yo tengo el lema de que "NI EL LLANTO NI LA PUTEADA CAMBIAN LA REALIDAD. SOLO LA MANO OPERATIVA A LA LUZ DE UN PROYECTO EFECTIVO, LA MODIFICA". En función de esto, publicamos con Ed.Santillana un libro que se llama "NO SEAMOS INGENUOS. MANUAL PARA LA LECTURA INTELIGENTE DE LOS MEDIOS". No seamos ingenuos creyendo que lo que nos emiten la radio, la televisión, la publicidad, el cine, es la realidad. Son representaciones de la realidad.

Este manual está destinado a padres y maestros para que sepan cuáles son los recursos que los distintos lenguajes mediáticos utilizan (hay un capítulo para cada lenguaje mediático, escrito por un especialista joven con mucha experiencia de aula), para que padres y maestros sepan que no pueden condenar abiertamente las cosas sin conocerlas y adviertan los riesgos que hay en este tipo de cosas.

Es también un campo interesante, que faltó en ese libro, el de los jueguitos electrónicos. Es este un campo que está entre la lectura y la televisión. Para el chico, la televisión es pasiva. La lectura es activa. El jueguito electrónico es una conjunción: recibe pero a su vez actúa.

Los padres y educadores deben tener argumento frente a los hijos y educandos para decirles por qué hay que tener cuidado con esto, y no decirle solamente no porque no. Eso niega todo. Según Maturana,."Los seres humanos somos seres ‘lenguajeantes’ Somos en nuestros decires y también en nuestros callares". Creo que es indispensable el amor en nuestros actos comunicativos, en nuestros intercambios de ideas. La escucha amorosa y la afirmación amorosa que se comparten fraternalmente al conversar. Conversar, converger, es girar juntos sobre un mismo tema.

En esta expresión de Maturana se está resaltando no solo la importancia de la palabra sino la del silencio. Hemos matado el silencio hasta en lo litúrgico. Antes era excesivo, ahora es excesiva la comunicación en cantos y demás. Y el silencio es necesario. Es necesaria la reflexión, la meditación. Los chicos también lo necesitan en la escuela. Hay que serenarlos, quitarlos de los ruidos y del avasallamiento visual para que pueda sumergirse un poquito en sí mismo. El que es dueño de la palabra también es dueño del silencio.

El político no suele ser dueño del silencio, y eso es nocivo contra la misma palabra. De alguna manera es cierto que el hombre es un ser hecho de palabra. Pero en esto de la escucha atenta: fijémonos: yo la escucho a usted por la oreja, que se llama "aurícula", pero el corazón tiene dos espacios que se llaman "Ventrículo= vientrecito", y "aurícula= orejita", de modo que uno tiene que tener una disposición del corazón para poder escuchar con atención a otro. Y en el vértigo en que estamos nadie da tiempo al otro para que hable, nadie se escucha. La enseñanza del diálogo: "dia=a través de, "logos"=palabra", no se está dando, porque el diálogo hay que aprender a hacerlo.

Ha desaparecido el diálogo en la mesa familiar. Cuando yo era chico, el diálogo se aprendía oyendo hablar a los mayores, viendo cuándo era el momento oportuno para intervenir nosotros. Todo esto ha desaparecido. La serie de valores que están en el manejo de la palabra –porque la palabra es sede de muchísimos valores, es la sede inclusive de la esencia del hombre y por eso teológicamente el Verbo es Palabra-. Lo que tenemos nosotros en esa dimensión no lo tenemos en cuenta, y hacemos de la palabra una trivialidad.


Creo que un mensaje para los chicos y jóvenes que puedan estar escuchando es que ellos tienen que entender que el poder que tiene en la vida futura del hombre la lengua es tremendo para bien o para mal (como bien lo expresa ese trozo de la carta del apóstol Santiago). Y porque la escuela no lo está haciendo, y porque los medios no ayudan, tienen que encargarse ellos mismos de hacer un proyecto de mejorar su lenguaje. Hay que leer y releer. La relectura permite encontrar lo que se dejó de lado en la primera lectura, y a medida que se avanza en el texto es bueno ir registrando palabras, buscarlas en el diccionario, ver qué sentido tienen. La única manera de crecer en el lenguaje y de esta manera poder pensar con mayor cantidad de palabras y con mayor flexibilidad, es aumentar el léxico. Y esto se logra leyendo buenos libros, y conversando con personas adecuadas, que saben llevar la conversación y que no imponen la palabra sino que estimulan a que el otro se exprese. El que en medio de una reunión se para con una palabra precisa, domina la reunión.

La presentación en sociedad, la presentación en una empresa, todo depende de la palabra. A los chicos hay que estimularlos a que no se queden aplastados repitiendo siempre lo mismo. Tienen que tratar de enriquecerse por sí mismos ya que el sistema no los está ayudando. Si usted tiene caridad, amor por sí mismo, ocúpese de usted, trabaje sobre usted, que es la mejor materia que tiene.

No hay comentarios.: